Existen diferentes maneras de criar a nuestros hijos,
no todas las madres somos iguales, ni nuestros niños tampoco.
Cada bebé tiene su propio desarrollo y ritmo, y se dejan llevar por el
aprendizaje natural, al aprendizaje de la vida.
Dejarlos jugar, experimentar y enriquecerse con episodios divertidos en
su día a día es lo mejor que podemos hacer.
Sencillamente hagámos eso: Dejémoslos jugar. Sin marcar pautas ni
metas, a su manera y en su propio tiempo. Porque no se trata de una carrera, se
trata de la identidad y del propio camino de nuestros hijos, que finalmente
definirá a los hombres y mujeres de bien que serán en un futuro.
Para mí, el aprendizaje viene de la mano con la felicidad, y ésta sólo
la vamos a lograr teniendo niños cómodos y seguros.
No me imagino a mi bebé jugando feliz como lo ha venido haciendo si es
que no estuviera en su zona de comfort. Verlo crecer tranquilo y sin mayores
problemas es lo que me indica que estoy haciendo bien mi trabajo como
mamá.
Podremos ser madres de diferentes culturas, razas y nacionalidades,
pero el amor de una mamá a su bebé sólo se expresa con un idioma, el idioma del
amor. Y, ¿qué otra manera de expresar nuestro amor si no es dándoles lo mejor?
Por eso, yo decidí usar Pampers. Todos sabemos que lo que le importa a los
bebes es el amor, sueños y juegos, y con Pampers éstos 3 aspectos en la vida de
mi príncipe están cubiertos completamente.
Gracias Pampers por hacer ésta nueva etapa de mi vida más sencilla. Ser
mamá primeriza no es fácil, pero ustedes me lo facilitaron muchísimo. Gracias,
porque sé que mi hijo usa lo mejor y por hacer de su vida la más sencilla y
divertida. Y gracias por contribuir con el feliz desarrollo y aprendizaje de mi
bebé, sé que tomé la mejor decisión en elegirlos a ustedes, y lo haría mil
veces más. De todo corazón, gracias Pampers.
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