viernes, 21 de noviembre de 2014

Un viaje al norte con mi bebé

Hola mamis, después de unos días buenazos en la playa con la familia, vuelvo a escribir para contarles lo lindo que nos fue con Matias y poder darles un par de tips que les puedan servir en el futuro con sus bebés.






Se acercaba el cumpleanios de Diego y nos dimos cuenta que los tres (Mi suegro, Diego y yo) coincidíamos con nuestros días libres y decidimos hacer un viajecito al norte para relajarnos.

 Un viaje   sin bebé es muy diferente a viajar con uno, que encima está empezando a caminar y no para de moverse. 
He viajado antes con Matias pero cuando tenía 5 meses y era un angelito tranquilito que sólo quería tomar leche y acurrucarse con mamá, ésta vez iba a ser todo un reto porque mi angelito ahora tiene 11 meses y es una bala. Sospecho que alguien altera su comida con Red Bull pero aún es sólo una sospecha (Nada confirmado).


Les voy a contar paso por paso todos los planes que se necesitaron para pasarla lindo. Empecemos por todo lo que tuve que llevar.

Dejé todo listo 3 días antes porque yo llegaba de volar el viernes en la mañana y el mismo día a la 1 pm salía el vuelo... Se imaginan llegar a las 9:30 am y empezar a armar maletas? No había forma.
Guardar mis cosas fue fácil, un par de bikinis, vestidos, shorts, etc... Pero las cosas de Mati tenían que estar completas.
Para que se den una idea... La maleta de mati era la negra grande (Con algunas de mis cosas dentro) Y además tuve que llevar el coche, el car seat y su maletín de mano.



 No es lo mismo olvidar algo tuyo porque un adulto se adapta a cualquier cosa, pero olvidar algo de tu bebé puede causarles más de un dolor de cabeza. Para estar segura de no olvidar nada, hice una lista de las cosas (De Matias) que tenía que meter a la maleta y era algo así:
  • Pañales
  • Pañales para agua
  • Bodies manga corta y larga
  • Polos manga corta
  • Shorts
  • Buzitos
  • Zapatillas
  • Gorras
  • Medias
  • Baberos
  • Bloqueador
  • Ropas de baño
  • Wetsuit
  • Sandalias 
  • Crocs
  • Flotadores
  • Tina inflable (UN EXITO)
  • Comidas. Le llevé comida casera congelada en un cooler para no darle comida con preservantes.
  • Cereal
  • Platitos
  • Cucharas
  • Tazas para el agua
  • Desitin
  • Pañitos
  • Bloqueador
  • Coche
  • Carseat
  • Shampoo
  • Jabón
  • Galletas 
  • Monitores

Si van a hacer un viaje con sus bebés, ésta lista les puede servir bastante, de repente me olvidé de algo, pero es básicamente lo más importante y me sirvió de mucho tenerla a la mano. Mientras iba metiendo las cosas a la maleta, iba haciendo checks para estar segura de no olvidar nada.

Si usan los coches con car seat adosado, en buena hora porque es un bulto menos que van a tener que cargar. Pero si sus bebés son más grandes y ya usan coche bastón como Mati, pero tienen que llevar el car seat para el auto, les recomiendo llevar el car seat con ustedes hasta la puerta del avión y recién  ahí entregarlo junto con el coche. Esto para que no se maltrate si es que lo mandan con el resto del equipaje de bodega.


Siempre trato de respetar los horarios de Matias (Comidas, siestas, hora de banio, etc) Pero obviamente cuando tienes que viajar esos horarios pueden variar un poco.
 Por ejemplo, camino al aeropuerto todo bien porque a Mati no le tocaba ninguna comida ni siesta, así que fue tranquilo, pero cuando llegamos al aeropuerto estaba un poco fastidiado, y viendo la hora ya eran las 12:30 (Media hora más tarde de su horario de almuerzo normal)... Es increíble como los bebés son unos relojitos. 
Mientras le calentaba su comida, mi suegra le dio una galleta que lo tuvo entretenido hasta que pudo almorzar (Uuuuufff). 

En el aeropuerto traté de cansarlo lo más que pude, y sacando cuentas más o menos a la hora que salía el vuelo le tocaba la hora de su siesta, pero no contaba con que el vuelo estaba demorado una hora... Y fue cuando ya estábamos en el avión. No sé que le pasó a Mati, pero no molestó, al contrario, estaba sentadito con nosotros hasta que despegamos y se quedó dormido todo el vuelo.

En el descenso se despertó con dolor de oídos, se pueden dar cuenta de eso porque lloran de la nada y además se jalan o rascan las orejitas. Lo mejor que pueden hacer es hacer que sus bebés tomen agua, leche o succionen algo como un chupón; yo hice eso y mi gordis volvió a dormirse hasta que nos bajamos del avión. 
Si sus hijos son un poco más grandes, pueden remojar dos pedazos grandes de algodón en agua súper caliente, exprimirlos, meter cada pedazo en un vaso térmico y pegarlos a sus orejas. Eso puede ayudar al dolor.



Cuando llegamos, mientras Diego y mis suegros hacían el check in, yo me llevé a Matias a la arena y con su dedito me señalaba el mar, casi me derrito cuando lo vi. Como era muy tarde para que él se mojara los pies, lo cargué y caminé por la orilla. 
Que increíble es ver a un bebé tan conectado con la naturaleza, como si supiera que ése es en realidad nuestro hogar y a dónde pertenecemos. Mati ya había estado en la playa, pero no es lo mismo estar en Lima, que en un lugar alejado y libre de todo ese estrés que nos da la ciudad. 
Desde el día uno de nuestro viaje supe que Matias iba a ser el más feliz estando ahí.


Al día siguiente Mati se despertó a las 6 am, me senté con él en la terraza y miraba el mar fascinado. Mi suegra y yo lo llevamos a la arena seca y todavía no sabemos en que momento se emocionó tanto, pero terminó con las medias mojadas y el pijama lleno de arena. Así que lo meti al bungallow, lo alisté y lo sacamos a que se divierta bien.

Sé que a muchas de ustedes les va a parecer jalado de los pelos que deje que mi bebé se moje a esa hora, pero creo que lo más lindo de todo era que el experimente nuevas sensaciones, como por ejemplo las medias mojadas. 
Nadie lo presionó para que se metiera al agua, el lo hizo porque así lo quiso, de repente no le hubiera gustado tanto si es que todo esto no hubiera nacido de él. Además, el agua estaba rica :)





Matias se despertó todos los días a las 6 de la mañana, el sabía dónde estaba y también  sabía que tendría diversión asegurada.
El primer día, Diego le hizo un hueco en la arena con agua y al lado pusimos su piscina. Matias no quería saber nada de la piscina, si jugaba ahí, pero sólo un ratito y después chau. Digamos que mi gordito es más un niño de la naturaleza, y nosotros éramos sus esclavos, corriendo al mar a sacar agua para que no se le seque en el hueco que tanto amó.

Además de la diversión, siempre hay que estar atentas a que nuestros bebés estén protegidos del sol y que también estén hidratados. Como es normal en cualquier bebé de la edad de Matias, no pude controlar que se metiera los deditos a la boca con agua salada (Varias veces) entonces, tuvimos que tener siempre a la mano agua en botella o en su taza para que tomara cada cierto tiempo.




Su emoción era tal que la siesta que normalmente hace a la 1 pm. no la hacía hasta las 3 o 4 de la tarde, se la pasaba en la arena o en la orilla mojándose los pies. Por más que tratara que siguiera su horario normal, me fue IMPOSIBLE... Mati es un poco pesadito para dormir, toda mi familia y yo hemos llegado a la conclusión de que al gordo le cuesta dormir porque no quiere perderse ni un minuto del día, el quiere estar en todas, pero lógicamente si tiene sueño lo único que consigue es ponerse de mal humor. Si en Lima es así, se imaginan en la playa?

Lo ideal sería seguir sus horarios normales, pero creo que cualquier bebé con tanta emoción puede variar un poco. En fin, mientras no estén fastidiados, todo bien.

En las tardes lo bañábamos como siempre después de su cena. Llevamos una tina inflable que fue un éxito, se las recomiendo 100%. Me he llevado a Mati a dormir a otros lugares y lo bañaba conmigo, pero no le gustaba mucho, sobre todo porque a veces la presión con la que sale el agua de las duchas puede ser un poco fuerte para nuestros bebés. Esta tina fue la maravilla, una de las mejores cosas que he comprado y definitivamente se las voy a regalar a mis amigas panzas.


Después de bañarlo y bañarnos todos, era obvio que queríamos comer todos juntos, ya que ése fue el punto del viaje, estar juntos. Normalmente no suelo sacar a Matias de la casa después de bañarlo, pero no tenía de otra porque 1. No iba a dejar a mi bebé sólo en el bungalow y 2. Tampoco pretendía comer todos los días a oscuras en mi cuarto.

Lo abrigaba bien, lo sentaba en su coche y lo llevaba al restaurante con nosotros. Matias estaba tan agotado que no importaba si había mucho ruido o mucha luz, se quedaba privado. Terminábamos de cenar todos los días, lo pasaba del coche a la cuna que nos dieron en el hotel y voilá... Creo que él nunca se enteró que salió con nosotros todas las noches. Es lo bueno de la playa... Gastan muchísimas energías y luego podemos descansar los papás.  

 El loco del coche.



El penúltimo día decidí que no podíamos irnos sin que Mati tuviera una mini sesión de fotos en la playa con mamá y papá. Encontré una camisa y un short sport blanco entre la ropa de Mati y me pareció linda la idea de vestirnos de blanco y tomar fotos a la hora del sunset. 
Yo tenía un vestido blanco (El típico playero del norte), Diego un polo y como no tenía short blanco no tuvo mejor idea que ponerse una discreta ropa de baño ANARANJADA FOSFORESCENTE jaja.

Aprovechamos la tarde hermosa con el sunset y le tomamos fotos a Mati en la arena, a los 3 caminando, Diego jugando con el gordo y también con mis suegros. La verdad no pensé que las fotos iban a salir tan lindas, pero fue todo perfecto, empezando por la compañía hasta la buena vibra de la playa.












El último día salimos para el aeropuerto como a la 1:30 pm (Que es más o menos la hora de la última siesta de Matias) y durmió las 2 horas de carretera, fue rico porque yo también dormí un rato y pude descansar después de haberlo perseguido por la playa toda la mañana, pero ya sabía que el vuelo de regreso iba a ser terrible porque el nene había recuperado energías y estaba listo para hacer travesuras.

Nos subimos al avión y todo bien, pero bastó que despegáramos para que Mati quisiera caminar, cosa que no podíamos hacer porque estaban las chicas pasando servicio o la señal de cinturones estaba prendida. Le sacábamos el ipad (Que sólo se lo doy en situaciones críticas), el celular, revistas, galletas.. No quería nada! Pensé que por ahí porfía tener hambre, las chicas le calentaron la comida y comió dos cucharadas y nada más. 

Lo pasábamos de brazo en brazo y se fue con mi suegro, al lado estaba sentada una pancita de 5 meses si no me falla la memoria, Maria Inés. El único momento en que Matias se calmó un poco fue cuando la vio, ella le regaló una revista y el gordo feliz. Maria Inés, si por ahí lees esto, gracias!! La revista no sólo me sirvió en el avión, sino también cuando esperamos las maletas y en el camino a la casa. Eres un sol.

 Esperando las maletas.


Cuando llegamos a la casa por supuesto mi chino ya estaba knock-out, se fue a dormir con la ropa que tuvo puesta todo el día, lo que no me causa mucha gracia pero no iba a despertarlo sólo para cambiarlo. Ni les cuento lo que fue ordenar todo... Porque creo que todas sabemos que no sólo es ordenar nuestras cosas, sino las 100 mil ropitas que les llevamos a nuestros bebés "Porsiaca". 

Matias la pasó lindo, no pensé que le iba a gustar tanto el mar, la arena, el sol... Pasar esos días en la playa fue relajante para todos, pero para mi bebé fue hasta saludable salir un poco de la rutina de Lima y encontrarse con la naturaleza.

 El sonido del mar lo relajaba, jugar con la arena lo entretuvo más que cualquier juguete que pueda tener en casa y sentir el mar lo hacía reír sin parar.  Saben lo reconfortante que fue para mí ver a mi hijo tan feliz? Creo que logré lo que quería, criar a un niño feliz y libre, y la satisfacción que me deja ésta experiencia no la cambiaría por nada en el mundo.
Mi Matias me enseñó que los niños disfrutan de las cosas más simples de la vida y deberíamos aprender un poco de ellos.

Les dejo otras fotitos por aquí.









Un beso mamis,

Majo, Diego y Mati











6 comentarios:

  1. Hola! Me encantó tu post! súper útil para las que planeamos viajar.
    Dime cómo hiciste con la comida en el avión? Yo tengo un bebé de 1 año 4 meses y vamos a viajar en enero (en Lan), y su hora de almuerzo coincide en pleno vuelo, pero no sé si me dejarán pasar un taper o thermo con la comida de mi bebé... porfa cuéntame cómo hiciste para tenerlo en cuenta, me será de gran ayuda.
    Gracias!!

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    1. Hola Brenda, hasta donde yo sé la comida de bebé siempre pasa, al menos yo no tuve ningún problema y las mamás siempre le llevan las comidas a sus bebés sin ningún problema. :)

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  2. Viaje inolvidable... quedarà para siempre en sus memorias y en sus corazones ♡

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  3. Lindo post! Me encantaron sus trajes de baño :D por cierto dnde compraste la tina inflable? Gracias :)

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    1. Hola Maria!! La tina la consegui en usa, si no la encuentras aqui me avisas porque de vez en cuando traigo cositas de usa y te la puedo traer. Es un éxito!! Un besote

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