Hoy me di cuenta, que muchas mamis me escriben para preguntarme cosas sobre sus bebés, si alguna vez me ha pasado esto o aquello y me encanta que me pregunten y más, poder responderles y ayudarlas. Pero hay otras mamis que van por una pregunta simple y directa, me dicen: "Cómo haces para tu hijito se porte tan bien y sea tan tranquilo? Todo parece perfecto"
La respuesta es: Nada es perfecto, mucho menos un bebé y créanme que algunas veces siento que no jalo más. Pero como siempre he dicho, hay que verle el lado bueno a todo. Siempre el vaso medio lleno.
Aquí les dejo algunos tips que a mi me sirven para ser más feliz :)
Quiérete:
Nunca pensé que ser mamá podría implicar en algún momento tener que probarme a mí misma lo buena que soy en ésta nueva etapa de mi vida. Al principio lo hacía, siempre trataba de hacer las cosas al pie de la letra, pero luego me di cuenta que no es necesario ser una mamá superdotada para ser una buena mamá.
Trabajar, tener la casa impecable y ordenada (Hago énfasis en ordenada), ser la esposa perfecta, tener un buen sueldo y encima verte flaca y regia.... No existe. Esas cosas de repente las podemos ver en la tele o en una peli, pero no en la vida real, y si conocen a alguien que cumpla con todos los requisitos, no creo que sea de éste planeta.
Lo primero que debemos hacer para ser felices, es aceptarnos a nosotras mismas, tal y como somos. Esa "perfección" que todas en algún momento buscamos como mamás, no vale la pena porque 1. No estamos siendo nosotras mismas y 2. Ese desgaste físico y emocional que estamos haciendo al aparentar algo que no somos, a la larga nos va a volver locas.
Las mamás que no tratan de impresionar a nadie son más felices, en cambio alguien que se deja llevar por algo que "debe" y no lo que quiere ser, me imagino debe estar llena de inseguridades y no se siente cómoda con ella misma. Lo dije antes y lo digo ahora: No hay una manera de ser una mamá perfecta, pero las hay millones para ser una buena mamá.
No pierdas el contacto con tus amigas:
Ser mamá no nos impide seguir viendo a nuestras amigas, hablo de las verdaderas amigas.
Desde que tuve a Mati definitivamente tengo menos tiempo para verlas. Como es lógico, mis amigas estudian o trabajan (Algunas hacen las dos cosas) y cuando quedamos para vernos, muchas veces no llegamos a hacerlo por mil motivos. Uno de ellos (Y el más frecuente) es mi trabajo, nunca coincido mis horarios con los de ellas, por eso, verlas toma la misma planeación que un matrimonio religioso.
Pero cada vez que las veo o hablamos me siento súper bien, cuando me despido siento que quiero adoptarlas jaja.
No es lo mismo hablar con tu esposo que con una amiga, y más si es una amiga de toda la vida.
No compitas:
Lo peor que podemos hacer es compararnos con otras mamás, todas somos diferentes y nuestros hijos tienen diferentes necesidades.
En el grupo de mamás bloggeras en el que estoy veo muchísimo de esto. Si alguien pone una foto de su bebito bailando otra le pone rápido "Que recién? Mi hijo bailaba desde los 2 días de nacido"... No entiendo esto! Una cosa es querer que tu hijito esté a la par del desarrollo de los otros niños de su edad, y otra muy diferente es querer que tu hijo sea el mejor en todo.
A mi me pasó que vino mi amiga Mili con su hijita (Que le lleva 10 díaz a Mati), sentamos a Dannia en el saltarín de Matias y mientras que Matias saltaba como un mono loco, Dannia (Con 5 mesesitos en esa época) con sus 4 deditos empezó a darle vuelta a una rueda de colores. Diego y yo nos quedamos con la boca abierta, porque Mati jamás había hecho eso, es más, en la noche Diego me dijo: "Amor estoy sorprendido con Dannia".
Ojo, que lo que dijo Diego no fue en mala onda para nada, sino que fue increíble pasar de ver a nuestro hijo saltando a ver a Dannia quietecita concentrada, en algo que ni nosotros le habíamos prestado atención. Me quedé pensando y me di cuenta de que cada bebé es un mundo diferente y no podemos pretender que nuestros hijos sean los mejores en todo y menos, hacer de la maternidad una guerra de comentarios de quién es mejor.
Busca tiempo para estar sola:
Por experiencia, puedo decirles que el sólo hecho de bañarme sin que Matias me esté mirando, me relaja.
No necesitas irte de tu casa para poder respirar de tus deberes como mamá. Cuando Mati se va a dormir y Diego está trabajando, me abro una cerveza o me sirvo una copita de vino y me siento en la terraza a hacer NADA. Son 15 o 20 minutos que trato de no pensar en las cosas que normalmente me tienen un poco tensa o en las cosas que tengo que hacer al día siguiente.
Tener un tiempito para relajarte haciendo NADA es lo más rico del mundo.
Cuida de tu pareja:
Ser mamá no nos quita el ser mujeres. A veces dejamos de lado a nuestra pareja por la llegada del nuevo bebé, pero recuerden que un rol no sustituye al otro, lo refuerza.
Aunque a algunas de ustedes les cueste dejar a sus bebés, créanme que no les va a pasar nada por dejarlos una tarde para ir a almorzar con su pareja. Es lindo salir en familia con nuestros hijitos, pero también es lindo salir en pareja y disfrutar de ése momento para los dos.
Si son mamás gallinas que no quieren dejar a sus bebés, pueden acostarlos y cocinar algo juntos o ver una película (Aunque seguramente van a quedarse dormidos, pero por lo menos se durmieron juntos jaja).
Cuando Diego y yo estamos en la casa y el gordo ya se durmió, él se pone a jugar play o se sienta a ordenar su escritorio y yo me siento a su lado a escribir... Obvio que conversamos no? Tampoco estamos como entes sin hablarnos. Parece tonto, pero nos sentimos acompañados y es una manera de compartir y terminamos hablando hasta tarde. Esas son mis noches favoritas amor :)
Cuida a la mujer que hay en ti:
Tener un bebé implica baños violentos, salir de casa con el pelo mojado, no poder ponerte aretes largos (Los extraño), no poder ponerte el maquillaje que te gustaría llevar, entre miles de cosas más.
Pero dentro de éstas limitaciones, aprendí que no podía dejar de cuidarme porque tengo ahora a Mati y que hay formas de estar linda sin tanto esfuerzo.
- Ponerte un poquito de blush.
- Cepillarte el pelo después de salir de la ducha
- Ponerte una pashmina
- Tener las uñas presentables (No digo pintadas, sino cuidadas y limpias)
Para mí, esas son cosas que hacen que me sienta más linda, más mujer. Además, ir a la peluquería de vez en cuando es relajante. Una vez a las 500 gastar un poquito de tu plata en algo que no sean juguetes para bebés también es bueno, sobre todo si es para dejar de parecer una mamá que no se baña y que nunca se cambia de buzo (Jaja perdón, pero en algún momento me sentí así).
Visita a tu familia:
Habla con ellos de tus cosas, ellos siempre van a saber darte un buen consejo.
En mi caso, nunca pensé que tener a Matias me iba a unir tanto con mi familia, ellos han sido mi apoyo desde siempre y hoy más que nunca me ayudan con mi bebé. Gracias mami, Ernie, tía Norka y Lima Eco; sin ustedes no sé que sería de nosotros. Gracias por ser los mejores abuelos para mi Mati y los mejores papás para nosotros.
Estas son cositas que me han servido desde que soy mamá. No hay un manual que debamos seguir al pie de la letra para ser felices, pero tener un hijo implica una avalancha de emociones para la que muchas no están preparadas y esto les puede ayudar.
Les mandamos un beso y tengan un feliz martes.
Majo, Diego y Mati
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