lunes, 23 de febrero de 2015

Y para cuándo el hermanito/a?

Es el pan de cada día para muchas mujeres. Cuando estamos solteras para cuando el novio, cuando tenemos novio que para cuando el matri, cuando estás casado que para cuando vas a encargar... Y cuando al fin tienes a tu bebé... 



 No pasan ni 3 horas desde que trajiste al mundo a un ser humano, con las justas tienes fuerzas para sonreír a todos los que te visitan y empiezan a atormentarte con el típico y sonado: Y para cuando el hermanito?

Perdón? Excusez-moi? Desculpe? Excuse me? Mi scusi? 

No sé si se les olvidó estimados todos, pero tener un hijo no es tan fácil como ir a Wong o Plaza Vea y elegir la palta más madura o la lechuga menos aplastada (Sé que es una comparación fea pero así es como siento que las personas se lo toman). 


Desde que Matias nació no dejo de escuchar éste tipo de sugerencias empiezan por:
  •  "Que no se lleven mucho tiempo": Yo pienso igual, pero con mucho tiempo no me refiero a que se lleven 1 año como nos llevamos mi hermana y yo. Mi mami se excedió jaja mis respetos madre! Si yo hubiera tenido a un hijo con el poco tiempo que me llevo con mi hermana en este momento no estaría escribiendo desde mi casa, sino desde un manicomio porque el señor Matias vale por 4. Tampoco es que tenga planeado cuando voy a tener otro o cuando voy a encargarlo. Además, mi hermano y yo nos llevamos 10 años de diferencia y la pasamos mostro juntos, desde que el era un bebeshito era mi muñequito y ahora es mi muñecón que me acompaña cada vez que Diego se va a volar, la pasamos lindo.   
  • "Los hijos únicos no son tan felices como los que tienen hermanos": Es cierto que muchos hijos únicos dicen que le hubiera encantado tener un hermanito/a, pero también hay personas con muchos hermanos hubiera encantado ser hijos únicos (Sin menospreciar a sus hermanos, obvio). La felicidad de una persona no se puede medir por cuántos hermanos se tenga.
  • Y el último pero no menos importante, "Para que armes la parejita": A mi me encantaría tener una mujercita, pero como también un hombre más. Y si el segundo y el tercero me salen del mismo sexo que Matias? Tengo que ir por el cuarto y el quinto? Mi Dios! En realidad no me importa qué va a ser el que viene, ambos tienen su lado lindo. Por una parte me encantan los hombres porque son fáciles y simples para todo, pero por otra, me imagino haciéndole colitas y jugando a las princesas con una mujercita. 

Creo que decidir tener al primer bebé no es tan difícil, porque no sabemos realmente cuánto esfuerzo y dedicación requiere un hijo. No tenemos idea de lo malas (Realmente malas) que son las noches, cuánta plata gastamos en las cosas básicas que necesitan y el tiempo y paciencia que demandan. Cómo voy a tener otro hijo si apenas estoy criando al primero? Matias aún se despierta 2 veces en la noche para tomar leche, todavía me pide que lo cargue cuando se cansa de caminar y cuando duerme aprovecho en ordenar la casa porque vivir en la mugre con un hijo, debe ser lo peor.

Aquí les dejo 4 consejos para no dejarse influenciar que saqué de Eroski Consumer:



  • Aclarar la situación con la pareja: Es necesario que la pareja afronte el tema de la maternidad con total sinceridad y claridad para evitar situaciones para las que no se esté preparado. Tanto si es una decisión común, como si es individual de una de las partes, es importante que exista un consenso real y meditado entre ambos.
  • Ser sinceros: En ocasiones, cuando la mujer tiene una pareja y una situación estable, la presión de los familiares y los amigos se basa en la especulación sobre si hay o no algún problema para engendrar más hijos, más que en el interés y el apremio. Para evitar que la presión se incremente, es recomendable ser sinceros y decir de forma clara y contundente el motivo por el que no se desea afrontar la maternidad nuevamente, ya sea porque no se está preparado o porque se prefiere esperar.
  • Imaginar la situación: El nacimiento de un bebé implica muchos cambios personales e incluso, en algunos casos, laborales. La mujer ha de evaluar e imaginar cómo podrá afectar la maternidad a su vida diaria para tomar una decisión basada en sus prioridades y no en las de los demás.
  • Relacionarse con niños: En ocasiones, resulta de ayuda aprovechar los momentos que se pasan con familiares o amigos que ya tienen bebés para evaluar de forma práctica el sentimiento que despiertan los niños en uno. 



En mi caso, por el momento empezar de cero nuevamente, sólo con pensar en la panza ya me da pereza. Si, me muero de flojera, en éste momento no imagino mi vida así,  persiguendo a Matias con un bebé recién nacido o con una panzota. Creo que es una decisión súper personal, en la que nadie debería dejarse influenciar, porque sólo nosotras sabemos cuando es el momento indicado y si es que así lo queremos. 




Con mucho cariño, 

Majo, Mati y Diego 

















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